Video Clip de la obra:

6 de julio de 2012

Crítica de ¨Show on line¨

DIJO GUSTAVO EDUARDO ROSATTO:


Fuente: http://www.showonline.com.ar/CriticaId.php?id=742&fb_action_ids=4897465040965&fb_action_types=og.likes&fb_source=aggregation&fb_aggregation_id=288381481237582


“Desde el zaguán” es una obra dirigida por Sergio Bermejo y recreada por su grupo teatral Tedrys, inspirada en el libro “La casa del pasillo largo” de Gustavo Fracchia. La historia nos muestra la realidad de un hombre mayor, que luego de toda una vida debe dejar su casa, ya que la construcción será demolida. Es así que con el dolor y el impacto del cambio comienza a rememorar los momentos vividos allí y los recuerdos comienzan a brotar entre el dolor de dejar todo atrás.

 Se van corporizando entonces personajes, lugares y momentos de los cuales aquel zaguán fue fiel testigo. Casi como sketchs de ilusiones desgastadas por el pasado, de vivencias, de mitos de barrio y cantos a lo que fue. En esa multiplicidad de historias que abarcan tanto la tragedia como la comedia, el público se puede sentir más cercano a unas que a otras y el impacto de cada una de ellas depende también de las propias vivencias.

Brota en escena la poesía de barrio con milonga, futbol y candombe, recorriendo poco a poco una línea de tiempo que nos va acercando hacia ese presente de melancolía.  Logrando capturar  con pasión y capacidad la esencia del conventillo y la vida en el arrabal. En ese viaje se hace presente la música,  que avanza también con el tiempo y con el sentir popular, siendo representada en escena con gran calidad y armonía en las voces. Apreciando de esta manera el gran trabajo coreográfico (Carlos Villalba - Rosana Masanelo) y musical (Daniela Greatti - Yann Tiersen - Sergio Bermejo) desarrollado en la puesta.

El Grupo Tedrys demuestra en las tablas su potencial, con la versatilidad para encarnar variados personajes con mucha devoción. Liderados por la capacidad de Sergio Bermejo, tanto arriba del escenario como en su faceta de director, las actuaciones de Giuliana Regazzoni, Alejandra Maiolatesi, Laura Cris Rotta y Gustavo Fracchia se complementan y logran contarnos esta historia de barrio y de recuerdos.

La escenografía busca desde la síntesis favorecer la imaginación del público, a partir de unos cubículos pintados con distintos detalles que evocan las casas antiguas, funcionando en la interacción con los actores como elementos fundamentales para recrear los espacios y ambientes involucrados en el relato. Asimismo el vestuario apuesta a la sinécdoque componiendo con pocos elementos, cargados de simbolismo, la esencia de los distintos personajes.

“Nunca avisa quien escapa”, señala uno de los protagonistas de la obra, no avisa pero lleva consigo los recuerdos de lo que fue y los motivos de su huida. Quedan en su alma y en su mente los retazos del pasado, las huellas y las marcas de vida que se adhieren a su memoria. Porque escapar no es olvidar y la nostalgia brota desde lo profundo del alma, reconociendo que todo lo que fuimos forma también parte de lo que somos.

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